Escucha
La vida se nutre de la Palabra Dios que tiene, en Jesús, su concreción histórica. La Palabra resuena una y otra vez, en todo tiempo y en todo lugar, manifestando su graciosa dimensión restauradora y transformadora. Esta Palabra necesita ser escuchada nuevamente en estos tiempos desafiantes y complejos. ¡Escuchemos! porque escuchar genera esperanza.
Encuentro
La Palabra que Dios habla, genera siempre comunidad. Una comunidad de personas diferentes que, al encontrarse con la Palabra, descubren que se pertenecen unos a otros y que están dedicados a vivir una vida que construye ciudadanía, y que apunta a la experiencia y esperanza del Reino de Dios. Porque somos parte de la comunidad de Jesús, es que necesitamos encontrarnos. Un encuentro que nos hace falta en estos días.
Envio
La Palabra de Dios tiene, en la comunidad de fe, un lugar preferencial de germinación. Una germinación que apunta a una convivencia que refleje los valores del Reino, calificado por Pablo como “justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17). Es una germinación que produce una experiencia que, más allá de sí misma, encuentra su sentido y su vocación en el envío del otro, también diferente. Ser enviado al mundo, como lo fue Jesús, es la vocación de esta comunidad.